domingo, 8 de marzo de 2009

Mujer

Se ha escrito y dicho tanto sobre ti y tus hazañas que ahora parece como si las palabras quisieran eludir –ruborizadas- la urgencia de la convocatoria. Pero no: mientras quede una proeza tuya por contar, el verbo tendrá que renunciar a su modestia para ofrendarte una oda a la virtud.
Te han comparado tanto con las flores y con sus atributos que hasta la misma rosa silvestre se arrebata de celos con solo mencionarte. Pero no: mientras no exista mejor paradigma –y dudo que eso sea posible- tú continuarás siendo su contrafigura de delicados pétalos y exquisita fragancia.
La hemos amado tanto los hombres que ya resulta poco menos que imposible restituirle el sabor original al concepto primigenio. Pero no: mientras ella esté ahí para merecerlo –y estará siempre, quién lo duda-, el amor tendrá todos los días diferentes sabores, con preponderancia del dulce sobre lo amargo.
Has convivido tanto con el sacrificio que lo has disminuido a la categoría de trivialidad cotidiana. Pero no: mientras sacrificio signifique –y significa- que para enfrentarlo te yergues más allá de tu colosal estatura, habrá que continuar abriéndole derroteros a la capacidad de asombro, aunque la misma historia se repita.
Han especulado tanto acerca del simbolismo de tus cinco formidables letras que ya no es novedoso insistir en que M sugiere modestia, U unidad, J justicia, E ejemplo y R resistencia. Aunque al final sea la palabra íntegra y única, cargada cinco veces de ternura, admiración y reconocimiento, la que mejor te dignifique: MUJER.

3 comentarios:

mia dijo...

Gracias,una verdadera belleza!

besos

Anónimo dijo...

Mía, saludos. Gracias por tus palabras. Ustedes las mujeres simbolizan todo lo bello. Así que honor a quien lo merece.

Anónimo dijo...

que bello!ni se como entre a esta pagina pero la verdad me encanto lo que encontre! besos carina de necochea buenos aires argentina.

 
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