martes, 14 de diciembre de 2010

Inefable Jorge Luis Borges

Desde que en mi época de adolescente comencé a leer buena literatura -porque también existe la mala literatura, ¿verdad?-, el escritor y poeta argentino Jorge Luis Borges se convirtió en uno de mis autores de cabecera. Sus cuentos y sus poemas me incendiaron la imaginación y me compulsaron a perseguir sus títulos en cuanta librería se cruzó en mi camino. Las razones de esta preferencia las  da uno de sus críticos: «Borges ofrece —a través de la perfección de su lenguaje, de sus conocimientos, del universalismo de sus ideas, de la originalidad de sus ficciones y de la belleza de su poesía— una obra que hace honor a la lengua española y la mente universal». A pesar de su enorme prestigio internacional,  el ilustre argentino fue un intelectual poco dado a regoderarse con la fama. En una oportunidad, un periodista le preguntó: «¿Usted se da cuenta de que es uno de los grandes escritores de este siglo?» Y Borges le respondió, elegante: «No, pero, de cualquier manera, este ha sido un siglo muy mediocre». De entre todos sus poemas, me quedo con INSTANTES (algunos dicen que no es suyo, sino de una escritora norteamericana llamada Nadine Stair). Es una auténtica joya lírica, y hubiera bastado para eternizarlo Aunque no era eso algo que le quitara el sueño, como estableció cuando un  admirador le dijo, en un rapto de entusiasmo: «Maestro, usted es inmortal». Y Borges le replicó, agudísimo: «Vamos, hombre, que no hay que ser tan pesimista». Les propongo el poema con la certeza de que les gustará. Y de que comprenderán una frase suya  dicha después, que le sirve de epitafio: «He cometido el peor de los pecados: no he sido feliz».

INSTANTES

Si pudiera vivir nuevamente mi vida, 
en la próxima trataría de cometer más errores. 
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más. 
Sería más tonto de lo que he sido, 
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad. 
Sería menos higiénico, correría más riesgos, haría más viajes, 
contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, 
nadaría más ríos, iría a más lugares adonde nunca he ido, 
comería más helados y menos habas, 
tendría más problemas reales y menos imaginarios... 
Yo fui una de esas personas 
que vivió sensata y prolíficamente cada minuto de su vida. 
Claro que tuve momentos de alegría. 
Pero si pudiera volver atrás 
trataría de tener solamente buenos minutos. 
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, solo de momentos. 
No te pierdas el ahora. 
Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin un termómetro, 
una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas. 
Si pudiera volver a vivir viajaría más liviano. 
Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo 
a principios de la primavera 
y seguiría así hasta concluir el otoño.
 Daría más vueltas en calesita, 
contemplaría más amaneceres 
y jugaría con más niños, 
si tuviera otra vez la vida por delante. 
Pero ya ven, tengo 85 años 
y sé que me estoy muriendo.

(Jorge Luis Borges)

1 comentarios:

Xico Rocha dijo...

Compañero tienes toda la razón, este hace la buena literatura.
Te felicito por el post.
Saludos desde Brasil
Xico Rocha

 
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