Uno de los generales de las guerras cubanas del siglo XIX más queridos por los tuneros fue Julián Santana. Este peninsular aplatanado por acá nació en Tenerife, Islas Canarias, el 9 de enero de 1830. Hijo de padre y madre desconocidos, su primera niñez transcurrió al amparo de la institución benéfica Santa Ana, en Las Palmas, en el propio archipiélago canario.
En 1851, con apenas 21 años de edad, el joven «isleño»cruzó el Atllántico y llegó a Cuba. En la isla habían comenzado as manifestaciones contra el coloniaje español. Arribó en los precisos momentos en que el patriota camagüeyano Joaquín de Agüero intentó tomar Las Tunas. Se unió a su ejército y, con un grupo de guerreros, atacó una columna enemiga. Fue capturado y luego liberado. Desde ese momento jamás dejó de combatir.
Cuando un grupo de cubanos capituló frente a España y firmó el humillante Pacto de El Zanjón, Julián Santana se unió al Mayor General Antonio Maceo en la Protesta de Baraguá. Y en 1879, cuando el fin de la guerra hizo que la mayoría de los mambises marchara al exilio, unió filas junto a Francisco Varona para continuar luchando por la independencia de Cuba.
Este recio y valeroso mambí tomó parte en los cinco asaltos que el Ejército Libertador le hizo a nuestra ciudad. En 1902, al terminar la contienda e instaurarse la República, regresó a su finca Santa Inés, en el barrio Oriente. En 1908 compareció ante el juzgado de Victoria de Las Tunas para renunciar a su ciudadanía española y adoptar la cubana. Julián Santana contrajo matrimonio tres veces y tuvo 13 hijos. Uno de ellos, Jacinto Santana, se convirtió en oficial mambí en la guerra de 1895.
El General de Brigada Julián Santana murió el 31 de julio de 1931. Está sepultado en el cementerio El Saíto, en la zona donde siempre residió. En la foto aparece sentado, a la derecha, junto a algunos amigos que viajaron a caballo desde Victoria de Las Tunas hasta su finca para congratularlo el día en que cumplió 100 años. Por cierto, entre los mambises que ostentaron el grado de general, fue el segundo en alcanzar mayor edad, pues falleció a los 101 años, solo superado por el general Higinio Vázquez Martínez, que vivió 103. Su hija Rosa, última en sobrevivirlo, llegó hasta los 99.
1 comentarios:
Gracias por el aporte informativo; muy interesante.
Publicar un comentario