Este es al antiguo hotel de Manatí, destruido por las bombas de la aviación del dictador Fulgencio Batista el 2 de diciembre de 1958. Lo edificó la compañía Manatí Sugar Company poco después del debut fabril del ingenio, allá por 1914. Según antiguos pobladores del municipio, contaba con más de 40 habitaciones de uno y dos cuartos donde residían, en calidad de alquiladas, numerosas familias del batey.
El área habitacional radicaba en el segundo nivel. Disponía de baños privados y colectivos. De estos últimos, ocho eran para hombres y... ¡solo uno para mujeres! Uno de sus locales hacía las veces de peluquería, y era propiedad de Aida Ochoa. También laboraba allí la minicuri Ela León. Varias habitaciones se les reservaban a trabajadores de otros lugares de Cuba -puntistas, químicos...- que venían cada año a Manatí a hacer la zafra.
Arriba también estaba instalada la única cabina para llamadas telefónicas de larga distancia existente en la localidad. Los interesados en utilizarla debían primero solicitarle el servicio al viejo Folgoso, quien la tenía a su cargo. Entonces él abría el candado y permitía que el solicitante se comunicara por la vía de la manigueta, pues los teléfonos de la época eran de magneto.
En la planta baja funcionaba un centro comercial con servicios de ferretería, víveres, ropa, peletería y carnicería, entre otros. Dos oficinas llevaban la contabilidad general y lo relacionado con los llamados vales, un documento que autorizaba a los trabajadores del ingenio a adquirir mercancías fiadas cuyos precios les descontaban luego de sus salarios. El edificio, con entrada principal frente al parque, tenía patio interior, vista para las cuatro calles adyacentes y balcones corridos en sus partes delantera y trasera
0 comentarios:
Publicar un comentario