El coco-de-mer es una curiosa palmera originaria de las islas Seychelles, en el Océano Índico. Se le conoce también por coco de mar y coco fresse.
Según los botánicos, esta singular especie produce la mayor semilla del mundo, que puede llegar a pesar en la báscula hasta... ¡20 kilogramos!
Su fruto femenino, como se aprecia en la fotografía, semeja una cadera-pubis de mujer, mientras el masculino sugiere un miembro viril.
Debido a sus reconocidas propiedades medicinales –se le acreditan, además, milagros afrodisíacos-, se convirtió en un objeto tan codiciado que estuvo a punto de extinguirse en el siglo XVIII. Actualmente solo se le encuentra en las islas Curieuse y Praslin, del propio archipiélago.
En esta última ínsula, por cierto, existe un famoso bosque llamado Valle de Mai, plantado casi exclusivamente de esta palmera. Se trata de un área protegida que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La exportación de sus semillas está reglamentada.
El coco-de-mer -cuyo nombre científico es Lodoicea maldivica- aparece reproducido en las monedas de cinco rupias de las Seychelles y, en el único aeropuerto del archipiélago, los funcionarios lo estampan con un sello de goma en los pasaportes. El cultivo fuera de su hábitat natural es bastante raro, debido a la lentitud de germinación de sus semillas.
0 comentarios:
Publicar un comentario