La palabra accidente impacta los órganos auditivos con una carga de angustia, porque se asocia con tragedias y calamidades. Manatí registra en sus anales uno que, por el alto número de fallecidos asociado a su ocurrencia, marcó la sensibilidad de su gente. Tuvo su desenlace el 20 de septiembre de 1965, y dejó el dramático saldo de 22 muertos y numerosos heridos.
Los hechos se sucedieron más o menos así. A media tarde de aquella infausta jornada partió de la otrora Victoria de Las Tunas con destino a Manatí un transporte serrano idéntico al de la fotografía adjunta –popularmente conocido por el simpático sobrenombre de guarandingas- repleto de pasajeros. Se trataba de un camión soviético marca GAZ-63, habilitado para (mal) acomodar a bordo a unas 25 personas, con una escalerilla lateral de ascenso y maletero de parrilla encima del techo.
Cuando el vehículo hizo su entrada en el asentamiento poblacional conocido por Entronque de Lebanón, distante unos 16 kilómetros de Victoria de Las Tunas y carente por entonces de un elevado para el servicio ferroviario, el chofer intentó cruzar la vía férrea sin percatarse de la cercanía del tren Fiat 433 que, procedente de La Habana y con destino a Santiago de Cuba, se aproximaba a considerable velocidad.
El hombre, aterrorizado, trató de maniobrar desesperadamente, pero no consiguió eludir el violentísimo impacto de aquella mole de hierro que se le vino encima en cuestión de segundos. La colisión resultó de tal magnitud que el transporte serrano, según la prensa de la época, “fue arrastrado por el convoy por más de 25 metros hasta quedar totalmente destrozado”.
La solidaridad pública y la asistencia especializada no se hicieron esperar. Los muertos y heridos fueron conducidos de urgencia al hospital “Mártires de Las Tunas”, donde se reunieron a toda prisa médicos y enfermeras de los distintos centros asistenciales de la ciudad, así como equipos de auxilio convocados desde las vecinas ciudades de Puerto Padre y Holguín.
Mientras estuvieron insepultos los cadáveres, las autoridades del territorio declararon Duelo Municipal. Según fotografías de la jornada, los funerales constituyeron una luctuosa muestra de dolor, pues algunos de los occisos eran personas muy queridas en la localidad. Manatí no olvidará jamás aquel accidente, tal vez el más dramático de toda su historia.
4 comentarios:
willy abella dijo...
Señor Juan, saludos.
Lamentable accidente.
En las Villas, se les llama así también. Pero en la parte más oriental de Cuba, se le llamaba "transporte serrano" y eran extremadamente peligrosos. Una de las causas principales era la altura del transporte que elevaba mucho el centro de gravedad del vehículo, más el peso que se adicionaba era vertical y no paralelo al piso, por lo que lo convertía en un péndulo invertido. Si bien resolvían una necesidad, creaban muchos accidentes donde las colinas eran más empinadas, en las curvas y los caminos retorcidos. A esto se les agregaba las pésimas condiciones de los caminos que empeoraban con las lluvias, la falta de mantenimiento por el desinterés de los gobiernos municipales, los descuidos de los choferes al manejar, la velocidad y las bebidas alcohólicas.
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Editarwilly abella dijo...
Señor Juan, saludos.
Lamentable accidente.
En las Villas, se les llama así también. Pero en la parte más oriental de Cuba, se le llamaba "transporte serrano" y eran extremadamente peligrosos. Una de las causas principales era la altura del transporte que elevaba mucho el centro de gravedad del vehículo, más el peso que se adicionaba era vertical y no paralelo al piso, por lo que lo convertía en un péndulo invertido. Si bien resolvían una necesidad, creaban muchos accidentes donde las colinas eran más empinadas, en las curvas y los caminos retorcidos. A esto se les agregaba las pésimas condiciones de los caminos que empeoraban con las lluvias, la falta de mantenimiento por el desinterés de los gobiernos municipales, los descuidos de los choferes al manejar, la velocidad y las bebidas alcohólicas.
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Editarwilly abella dijo...
Señor Juan, saludos.
Lamentable accidente.
En las Villas, se les llama así también. Pero en la parte más oriental de Cuba, se le llamaba "transporte serrano" y eran extremadamente peligrosos. Una de las causas principales era la altura del transporte que elevaba mucho el centro de gravedad del vehículo, más el peso que se adicionaba era vertical y no paralelo al piso, por lo que lo convertía en un péndulo invertido. Si bien resolvían una necesidad, creaban muchos accidentes donde las colinas eran más empinadas, en las curvas y los caminos retorcidos. A esto se les agregaba las pésimas condiciones de los caminos que empeoraban con las lluvias, la falta de mantenimiento por el desinterés de los gobiernos municipales, los descuidos de los choferes al manejar, la velocidad y las bebidas alcohólicas.
willy abella
Juán una anécdota;Un tio medio gracioso que tengo dice que el fué anotando a las personas que comentaban no haber podido tomar
-como era su intención-ese transporte el dia del accidente por una u otra razón.Dejó de contar -dice- cuando iba por veinte tres mil quinientos sesenta y uno y quedaban mas... Saludos.
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