
Cualquier
fecha del almanaque se pinta de maravillas para ofrendarles cariño a
las madres. Halagos en enero, flores en noviembre, besos en abril,
ternura en agosto, sonrisas en julio…, ¿qué más da minuto, día, semana,
mes o año? Sin embargo, en muchos países se ha escogido el segundo
domingo de mayo para potenciar en los corazones ese amor sublime por
quienes, al decir de un poeta, «son las únicas personas en el mundo que
siempre están disponibles».
Las referencias más distantes de esa festividad datan del año 250
AdC, cuando en la antigua Grecia consagraban una jornada de la primavera a honrar a la diosa
Gea,

esposa de
Cronos y madre de
Júpiter,
Neptuno y
Plutón. Después los romanos escogieron tres días del mes de marzo para celebrar un homenaje similar lleno de ofrecimientos a
Cybele, diosa de la naturaleza y la fecundación.
Mucho
tiempo antes de la llegada de los conquistadores al Nuevo Mundo, las
civilizaciones autóctonas rendían su propio tributo a la maternidad por
intermedio de la diosa
Coyolxauhqui, madre de
Huitzilopochtli,
el guerrero emblemático de los aztecas. Como prueba de su adoración, le
improvisaban fastuosas liturgias donde abundaban las ofrendas de oro y
plata con marcadas alegorías a la luna.
Los celtas cuentan con una bonita historia de agasajos a las progenitoras. Ellos dedicaban un día a la diosa
Brígida
para gratificarle la primera leche ordeñada en la temporada. Los
ingleses del siglo XVII, por su parte, asistían a las parroquias para
venerar a la virgen
María, madre de
Jesús. La tradición se
combinó luego con la de obsequiarles algo a las madres. Los criados que
vivían lejos de sus casas, eran autorizados con la paga para ir a
visitarlas en el cuarto domingo de cuaresma, y todos juntos compartían
un pastel.
IRRUMPE EL DÍA DE LAS MADRESLa primera
persona en proponer «en serio» la instauración de un día para las madres
fue la poetisa norteamericana Julia Ward Howe, autora del llamado Himno
de Batalla de la República. «Son ellas las que más sufren la pérdida de
sus hijos en las guerras. Debemos apoyarlas y convertirlas en
abanderadas por la paz», dijo en el documento de solicitud, fechado en
el año 1872 en su natal Massachussets.
Su idea no llegó a
cristalizar, pero devino antesala para que una paisana suya, Anna
Jarvis, afligida por la muerte de la autora de sus días, diera inicio en
1907 a una campaña nacional por correspondencia para que se declarase
una fecha en homenaje a las madres. Persistió tanto en su proyecto que
obtuvo el apoyo de muchas personas, entre ellas influyentes ministros,
congresistas y empresarios.
El primer Día de las Madres reconocido
oficialmente se celebró en la iglesia episcopal de Grafton, Virginia
Occidental, el 10 de mayo de 1908, segundo domingo del mes y aniversario
de la muerte de la mamá de Anna Jarvis. Como las flores preferidas de
la difunta habían sido siempre los claveles, desde entonces se utilizan
los rojos para honrar a las madres vivas y los blancos para las
fallecidas.
La iniciativa tuvo una acogida tal que en 1910 había
prendido en todos los territorios de la Unión. ¡Hasta el Congreso debió
debatir un proyecto de Ley para otorgarle carácter oficial! Por fin, en
1914, el Presidente Woodrow Wilson firmó el decreto y proclamó el
segundo domingo de Mayo como Día de las Madres en los Estados Unidos. Se
había creado ya la Asociación del Día Internacional de las Madres, con
el propósito de extender la festividad a otras naciones.
SU CELEBRACIÓN EN CUBACasi
todas las referencias bibliográficas que existen sobre la introducción
del Día de las Madres en Cuba, coinciden en señalar a Santiago de las
Vegas como la primera localidad donde se festejó la fecha. También
identifican a Víctor Muñoz, un conocido periodista de la época, como a
su gran promotor, a partir de una crónica suya titulada
Mi clavel blanco, que vio la luz en el periódico
El Mundo
el domingo 9 de mayo de 1920, donde decía: «El día de hoy es el segundo
domingo de mayo, que los americanos consagran como el Día de las
Madres, y que muchos cubanos quieren destinar al mismo objeto».
Los
investigadores aseguran que el mismo día el teatro del Centro de
Instrucción y Recreo de Santiago de las Vegas se colmó de público. La
convocatoria pretendía homenajear a las madres, y partió de un grupo de
intelectuales, cuyos miembros, alentados por Francisco Montoto,
patrocinaron un programa donde se recitaron los versos de José Martí a
su progenitora y el poema
A mi madre, de Diego Vicente Tejera.
Se
dice que fue esa la primera celebración pública del Día de las Madres
en Cuba. El 22 de abril de 1921, siendo Muñoz concejal del Ayuntamiento
capitalino, propuso y logró instituir en toda La Habana ese agasajo. En
el año 1928, a propuesta del senador Pastor del Río, la Cámara de
Representantes le dio carácter de Ley Nacional, y así el segundo domingo
de mayo se oficializó como Día de las Madres.
PRIMERO FUE EN LA VILLA AZULHay
pruebas muy sólidas de que Puerto Padre, en la provincia de Las Tunas,
fue la primera localidad cubana en instaurar el Día de las Madres, hecho
ocurrido el martes 6 de abril de 1920, es decir, poco más de un mes
antes de que Santiago de las Vegas organizara en el teatro de su Centro
de Instrucción y Recreo el homenaje citado. Para confirmarlo
documentalmente,
Sábado, un periódico editado a la sazón en la también llamada Villa Azul, publicó el 19 de abril del año 1952 la siguiente nota:
«El
Día de las Madres, tan emocionalmente celebrado siempre en Cuba por
iniciativa del laureado periodista Víctor Muñoz, se celebró por primera
vez en Cuba en la ciudad de Puerto Padre, por feliz idea del maestro
masón Dr. Eduardo Queral Mayo. Con eso no queremos quitarle gloria a
quien tiene todo nuestro respeto, pero sería bueno que todo se aclarara
(…) Según consta en las actas de la Logia
Los Perseverantes, hay un acuerdo que vamos a copiar con certificación del Secretario de aquella venerable Logia y que dice así:
«Atendiendo
que es un deber de todo Masón reverenciar a los padres y ayudar al
mejoramiento moral e intelectual de la Humanidad, los abajo firmantes
proponen:
«QUE sea celebrado el primer domingo de Mayo (el Día de las
Madres NdA) en cualquier manera que tienda a demostrar el cariño y el
agradecimiento a que es deudor todo hijo.
«Asimismo, proponen que sea designado el primer domingo de Junio a igual fin con relación a los padres.
«(Fdo) Dr. Eduardo Queral Mayo, Enrique Pérez e Ismael Piedra (Aprobado en el Taller, 6 de abril de 1920)»Como
se aprecia, no solo se trata de que Puerto Padre fue el pionero en
instituir en Cuba el homenaje a las madres, el 6 de abril de 1920.
¡También fue el primero en celebrarlo en toda la isla! Eso ocurrió el 2
de mayo de 1920, primer domingo de ese mes, es decir, una semana antes
del festejo en Santiago de las Vegas. Lo corrobora un editorial
publicado en el propio semanario
Sábado, con fecha 10 de mayo de 1958, y dirigido al periodista Guillermo Gener, quien escribía por entonces en el rotativo habanero
Prensa Libre. Dice:
«Nos
hacemos eco en la primera plana de una verdad que no admite en manera
alguna polémica de ningún tipo. Guillermo Gener, un periodista que tanto
nos agrada leer por su forma llana y sencilla de expresarse, en el
colega
Prensa Libre, quiere hacer justicia a un grupo de poetas,
literatos y periodistas de Santiago de las Vegas y nos habla por tanto
de la gloria de haberse instituido en aquella ciudad por primera vez en
Cuba en 1920, El Día de las Madres.
«Nos da datos, nos refiere
asuntos, nos busca documentos. Es decir, que prácticamente nos lleva al
convencimiento de que en Santiago de las Vegas se celebró por primera
vez ese gran día en nuestra nación. Pero hay un error, sencillamente
porque Guillermo Gener no leyó nuestra edición del 19 de abril de 1952,
donde publicamos documentos auténticos acreditativos de que en Puerto
Padre se celebró el Día de las Madres el Primer Domingo de Mayo de 1920.
En Santiago de las Vegas tuvo efecto el Segundo Domingo de Mayo de
1920, es decir, una semana después que en Puerto Padre.
«A
nosotros nos luce, por referencias que tenemos de nuestro buen amigo, el
profesor Demetrio Rivero Simón, natural de Santiago de las Vegas, que
Guillermo Gener es de aquella simpática ciudad. Bien hace entonces Gener
en defender su suelo natal, si es que esto es verdad; pero mucho mejor
haría Gener, si salvando localismos, se hiciera eco de esta verdad que
seguramente él desconocía, y le diera a Puerto Padre la gloria que bien
merece».
Un año después de celebrado en Puerto Padre el Día de las
Madres, La Habana celebró el suyo con gran esplendor. Por entonces ya
residía en la capital el Dr. Eduardo Queral Mayo, quien cursó un
telegrama a sus hermanos de la logia
Los Perseverantes en los siguientes términos:
Plaza Habana, Mayo 8 de 1921, las 1.20 pm.
Rafael Nadal
Puerto Padre
Celébrase éxito fiestas de las Madres al igual que establecidas por mí hace un año primero en Cuba.
(fdo.) Dr. Queral¿Se necesitan más pruebas de que, efectivamente, primero fue en Puerto Padre?