domingo, 10 de febrero de 2008

La Casa de Piedra

Es tan célebre que un popularísimo reparto de Las Tunas le pidió prestado su nombre y se quedó para siempre con él. Basta con mencionarla para que cualquier despistado llegue por su referencia a su destino. Todos la quieren, aunque no lo demuestren al pasar por su lado...
Durante muchos años fue el edificio más alto de Victoria de Las Tunas. Sus recios muros han desafiado a pie firme los embates del tiempo. Bueno, creo que ya di suficientes elementos. ¿Algún tunero duda que estoy hablando de nuestra conocidísima Casa de Piedra?
Antes de remitirnos a los orígenes de este vetusto inmueble, debo referirme a las compañías citrícolas norteamericanas que operaban por la zona en el siglo XIX. Ellas poseían extensas áreas de terreno fértil para la siembra, las cuales se vendían y compraban entre sí. Según los anales de la época, en 1904, el propietario de uno de estos emporios agrícolas inició la construcción de la casa.
Un año después estaba terminada. Resultó tan imponente y suntuosa que los vecinos de la barriada comenzaron a llamarla El Hotel. Entre otras cosas, tenía pecera, columpios, jardines, áreas de juego... No se había visto jamás cosa igual en la ciudad.
En la residencia no solo vivían los dueños, sino también algunos empleados, como un maestro traído de los Estados Unidos para enseñar en inglés a los niños. El inmueble tenía tres niveles. El más bajo a partir de mortero y cemento, con tres cuartos, sala y escalera. En el segundo estaban el comedor y cinco dormitorios. Y el último era un salón sin divisiones para todo tipo de juegos de mesa.
Su disposición era muy moderna desde el punto de vista arquitectónico. Las puertas y las ventanas simulaban semiarcos. Al fondo, una chimenea hacía las veces de elemento ornamental. Por añadidura, tres de sus costados disponían de corredores adornados con columnas que imitaban la piedra. Ya le digo, ¡una maravilla!
Los entrepisos eran de tablas sujetas con vigas de júcaro y pinotea. Y de madera también los cerramentos, cuyas viguetas se aseguraban con pernos y tornillos. El techo de cuatro pendientes estaba hecho de zinc con buhardillas que permitían la entrada del aire y de la luz.
En 1909, el grupo Las Tunas Fruit Company compró las tierras citrícolas y también la Casa de Piedra. Sus dueños situaron allí para administrar la naranja y la toronja a mister Charles Milligan, un norteamericano residente en la zona. Años después, la compañía vendió en subasta pública todas sus propiedades, que fueron adquiridas por el propio empleado y su familia.
Mister Charles y los suyos fueron los moradores más estables que tuvo la Casa de Piedra. Residieron allí por un buen número de años, vinculados a la actividad que le dio nacimiento. En ese ínterin, el local hizo las veces de almacén, vivienda y oficinas. En los finales de los años 30, el norteamericano se la alquiló a una tal Mercedes Mora, quien, a su vez, la transfirió más a José Acosta. La casa exhibía ya visibles signos de deterioro. Era el principio del fin.
Corrían los años 40 cuando sus últimos dueños la abandonaron definitivamente para marchar a su país. El acto devino auténtico regalo para numerosas familias sin hogar que vivían en la Victoria de Las Tunas de la época en condiciones de indigencia. La casa fue abordada, dividida y trastocada en vivienda múltiple de los pobres.
En 1962, las familias que vivían en la Casa de Piedra recibieron confortables viviendas. Las condiciones constructivas del inmueble ya resultaban pésimas. Con el tiempo solo quedaron en pie sus muros y algunas vigas como testimonio de una etapa vencida para siempre.
Hoy la Casa de Piedra cobija a un establecimiento comercial. Pero su antigua popularidad no ha mermado un ápice. El reparto tunero que la perpetúa no consentiría jamás en olvidar su historia.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Se están recogiendo firmas para la liberaci´n de Eliécer. Por favor, visitad http://libertadparaeliecer.blogspot.com/


11 de febrero de 2008

La Habana-El joven Eliécer Ávila Cicilia fue arrestado
a las 8:00 a.m. del 9 de febrero, por agentes del
Consejo de Estado y la Seguridad del Estado, quienes
se personaron en su domicilio, ubicado en el batey el
Yarey de Vázquez, municipio Puerto Padre, provincia
Las Tunas.

Ávila Cicilia fue uno de los jóvenes estudiantes que
en la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI)
interpeló a Ricardo Alarcón de Quesada, presidente de
la Asamblea Nacional del Poder Popular.

El joven estudiante había sido advertido el día
anterior de que no podía moverse de su domicilio, pues
sería recogido para ser trasladado a la capital
cubana.

Su madre, Elsa Cicilia, dijo que les prohibieron a los
familiares acompañarlo, que uno de los funcionarios se
identificó como hijo de Carlos Lage, quien ante las
preocupaciones de la abuelita le dijo que no se
preocupara, pues lo vería muy pronto por la Mesa
Redonda informativa de la televisión cubana.

Ercilia Correoso, miembro del Consejo de Relatores de
Derechos Humanos de Cuba y fuente de esta información,
dijo que fue avisada por una carta de la asustada
madre, quien teme por la integridad física y psíquica
del joven de 21 años de edad.

Agregó la fuente, que al personarse en el domicilio de
Elsa Cicilia la encontró llorando, aterrada, pues
supone que la policía política trate de obligar a su
hijo a retractarse en público.

Entre los cuestionamientos hechos por el joven a
Alarcón de Quesada está el uso de varias monedas, la
miseria del pueblo, las prohibiciones de salir del
país y de hospedarse en los hoteles nacionales.

El Consejo de Relatores de Derechos Humanos de Cuba
responsabiliza al gobierno cubano de la salud y la
vida del estudiante universitario de ciencias
informáticas Eliécer Ávila Cicilia y llama a la
comunidad y a la opinión pública internacional a
interceder en favor de su inmediata libertad.

Centro de Información del Consejo de Relatores de
Derechos Humanos de Cuba

Benezra dijo...

Mi nombre es Alberto Velazquez Carbonell, soy natural de Victoria de las Tunas, y ctiado en el Reparto Casa de Piedra, me gusto mucho la informacion sobre esta reliquia y patrimonio de la Ciudad, desearia un dia ver como anhelamos muchos Tuneros ver Restaurada a su origen y convertida en Museo como has queridos muchos vecinos de ese hermoso y acojedor reparto.

Alberto Velazquez
Cincinnati, Ohio
USA

Unknown dijo...

Hello. I am the great-great grandson of Charles Milligan who lived in La Casa de Piedra many years ago. I hope that one day I can travel back to Victoria de las Tunas and to La Casa Piedra in Milligan to see the ruins of the home. I wish the brave people of Cuba the freedom that God has given each and everyone of us by birthright. I wish you the very best.

 
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