Cada país del mundo tiene seleccionada su Flor Nacional. Holanda, por ejemplo, cuenta con el multicolor tulipán, suerte de embajador con pétalos que representa a la tierra de los diques en cualquier latitud del planeta. Los búlgaros, por su parte, manifiestan orgullo por su célebre rosa, insuperable en elegancia y belleza. ¡Hasta los esquimales disponen de la llamada flor de nieve, que germina y crece a bajísimas temperaturas!
En Cuba, la Flor Nacional exhibe nombre de un conocido lepidóptero volador: mariposa. Es tan linda y sencilla que ninguna novia que se respete puede sustraerse a la tentación de colocarse un ramo sobre el pecho el día de su boda. Un par de mariposas dentro de la casa son suficientes para que todo el recinto se mantenga fragante y perfumado durante varios días.
La planta que da origen a esta hermosa, bienoliente y blanca flor, alcanza hasta un metro y medio de altura. Sus hojas verdes y grandes son, a su vez, lanceoladas y envainadas. Es una especie de jazmín, cuyo nombre científico es Hedychium Coronarium Koenig. Pertenece a la familia de las Zingiberaceas, y se le conoce también como caña de ámbar. No es oriunda de Cuba, sino de Viet Nam.
Pero la mariposa cubana es mucho más que presencia y perfume. Durante las guerras independentistas del pasado siglo, las mujeres se la colocaban en el pelo para trasladar en su interior los mensajes dirigidos a los mambises que combatían en la manigua. También solían prendérsela en las blusas a manera de testimonio de rebeldía contra el colonialismo español. Y otro detalle: La forma de sus flores unidas al tallo central simboliza la unión de los cubanos.
La mariposa llegó a alcanzar tal fama, carisma y prestigio entre la población criolla que el 13 de octubre de 1936 una comisión de botánicos y jardineros decidió por unanimidad nombrarla Flor Nacional de Cuba. En esa condición se enviaron rizomas suyos a la República Argentina para que fueran sembrados en el Jardín Internacional de la Paz de Buenos Aires, su capital.
La blancura de la mariposa simboliza la cortesía, el respeto y la generosidad del pueblo que la ama y cultiva. En sus pétalos y corola se ven representadas nuestra bandera, nuestro escudo y nuestra vocación por la amistad, la paz y la solidaridad. La mariposa refleja la delicadeza, gracia y esbeltez de la mujer cubana.
En nuestro país se le puede encontrar por todas partes, principalmente en lugares húmedos, tales como las márgenes de los ríos, lagunas y arroyos. Cuando florece, deviene espléndido regalo para los sentidos, tanto por la exuberante blancura de su composición como por el exquisito aroma que despide.
Como alguien dijo bellamente, «…flor con alas, maravilla vegetal, nuestra mariposa es un testimonio de la cubanía que la Naturaleza también se ha encargado de perpetuar en sus criaturas».
En Cuba, la Flor Nacional exhibe nombre de un conocido lepidóptero volador: mariposa. Es tan linda y sencilla que ninguna novia que se respete puede sustraerse a la tentación de colocarse un ramo sobre el pecho el día de su boda. Un par de mariposas dentro de la casa son suficientes para que todo el recinto se mantenga fragante y perfumado durante varios días.
La planta que da origen a esta hermosa, bienoliente y blanca flor, alcanza hasta un metro y medio de altura. Sus hojas verdes y grandes son, a su vez, lanceoladas y envainadas. Es una especie de jazmín, cuyo nombre científico es Hedychium Coronarium Koenig. Pertenece a la familia de las Zingiberaceas, y se le conoce también como caña de ámbar. No es oriunda de Cuba, sino de Viet Nam.
Pero la mariposa cubana es mucho más que presencia y perfume. Durante las guerras independentistas del pasado siglo, las mujeres se la colocaban en el pelo para trasladar en su interior los mensajes dirigidos a los mambises que combatían en la manigua. También solían prendérsela en las blusas a manera de testimonio de rebeldía contra el colonialismo español. Y otro detalle: La forma de sus flores unidas al tallo central simboliza la unión de los cubanos.
La mariposa llegó a alcanzar tal fama, carisma y prestigio entre la población criolla que el 13 de octubre de 1936 una comisión de botánicos y jardineros decidió por unanimidad nombrarla Flor Nacional de Cuba. En esa condición se enviaron rizomas suyos a la República Argentina para que fueran sembrados en el Jardín Internacional de la Paz de Buenos Aires, su capital.
La blancura de la mariposa simboliza la cortesía, el respeto y la generosidad del pueblo que la ama y cultiva. En sus pétalos y corola se ven representadas nuestra bandera, nuestro escudo y nuestra vocación por la amistad, la paz y la solidaridad. La mariposa refleja la delicadeza, gracia y esbeltez de la mujer cubana.
En nuestro país se le puede encontrar por todas partes, principalmente en lugares húmedos, tales como las márgenes de los ríos, lagunas y arroyos. Cuando florece, deviene espléndido regalo para los sentidos, tanto por la exuberante blancura de su composición como por el exquisito aroma que despide.
Como alguien dijo bellamente, «…flor con alas, maravilla vegetal, nuestra mariposa es un testimonio de la cubanía que la Naturaleza también se ha encargado de perpetuar en sus criaturas».
1 comentarios:
Lo felicito por lo que publica sobre la Mariposa. Ante4s de ir a Cuba donde viví entre 1959 y 1963 aprecié la flor emblemática de ustedes y realmente es maravillosa. Si embargo en el Ecuador abunda en las estribaciones bajas de los Andes occidentales, zona tropical y muy húmeda, donde la conocí en mi niñez. Por eso me temo que la mariposa sea de América tropical, y debe también haber en el Asia. Saludos. Luis Marín-Nieto. lmarin32@gmail.com
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